Sean Connery, quien a sus 75 años todavía es considerado uno de los hombres más atractivos, paseó ayer su 1,80 metros de estatura por el paseo de Gracia de Barcelona. El artista y su esposa, la francesa Micheline Roquebrune, se dejaron llevar por la riada de turistas y contemplaron tanto las muestras de arquitectura modernista como los escaparates de las tiendas de ropa, antigüedades y joyería de la zona, sin que los transeúntes notasen su presencia. Connery llegó el domingo a Barcelona para asistir al partido de fútbol que enfrentará a un combinado de israelís y palestinos con el Bar§a.