El primer caso de objeción de conciencia en la aplicación de la ley de matrimonios homosexuales corresponde a una secretaria judicial de la localidad de Colmenar Viejo.

La petición motivó ayer la reacción del secretario de Estado de Justicia, Luis López Guerra, que aseguró que "no hay supuesto de objeción de conciencia" en las bodas gays porque se trata de una mera

"tramitación" de un procedimiento administrativo.

Isabel López García- Nieto, secretaria titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de la localidad, que se define como católica, pide "ser apartada de la tramitación" de dos expedientes de matrimonios no heterosexuales. "De ninguna manera esta solicitud puede interpretarse como una negativa movida por intereses bastardos", argumenta la secretaria en su escrito, presentado ante el Tribunal Superior de Justícia de Madrid.

"Mi actuación --agrega-- proviene, sólo, por el choque producido entre la norma legal, que impone un hacer, y la norma moral que se opone a esta actuación".

REACCIONES Mientras el Foro Español de la Familia consideró que es propio de "mentalidades totalitarias" negar el derecho a la objeción de conciencia, la Federación Estatal de Gays, Transexuales, Lesbianas y Bisexuales aplaudió la postura del secretario de Estado de Justicia al considerar que los secretarios judiciales "deben respetar la ley", porque entonces "estaríamos tolerando que la ley no es vinculante".

Al respecto, aclaró que en un trámite administrativo "es inaplicable" el derecho de objeción de conciencia y que "no hay lugar".