Las plegarias de los marineros de la Costa de la Muerte parecen surtir efecto. Los vientos se mostraron ayer benévolos y retrasaron la llegada de la temida segunda marea negra. Pero nadie duerme tranquilo. Las miradas siguen atentas al mar, que simplemente concedió una tregua a aquellos que intentan frenar al fuel, aunque sea con barreras artesanales sufragadas de sus bolsillos.

El tiempo mejoró y los barcos anticontaminación pudieron trabajar a destajo sobre las manchas de alta mar. Recogieron casi 1.000 toneladas de fuel en una noche y continuaron actuando a lo largo del día de ayer. Así lograron que el tamaño de las manchas sea menor de lo que se temía, aunque aún está por ver qué pasa con el fuel que viaja sumergido entre aguas o que se arrastra por el fondo a merced de las corrientes.

TAMAÑO DE LAS MANCHAS

El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, dibujó ayer sobre un mapa la situación de las placas de fuel. La mayor, de unos 400 metros de ancho por 250 de largo, se encontraba bastante alejada de la costa, a más de nueve millas de Corrubedo, y sobre ella actuaban los buques aspersores más potentes. La más cercana a tierra, de unos 200 metros cuadrados, estaba a sólo una milla de Touriñán, mientras que otras cuatro manchas de unos seis por cinco metros se encontraban a algo menos de tres millas del cabo de Fisterra.

Numerosos vecinos de Fisterra se acercaron durante la mañana hasta lo alto del faro para contemplar, a lo lejos, los trabajos de aspersión de dos buques. Nadie tira la toalla. En la cercana ría de Muros, en el muelle de Portosín, más de un centenar de marineros de Noia y Porto do Son llevan dos días sin apenas dormir construyendo una barrera artesanal de un kilómetro que salve los bancos de berberechos y almejas.

"Ante el abandono total de la Xunta, hemos decidido pagar nosotros mismos los 15 millones de pesetas que cuesta la barrera", explicó el alcalde de Noia, Rafael García Guerrero. En Combarro, las cofradías llevan una semana tejiendo una gran malla para filtrar la ría y proteger el marisco. "Ahora nos vienen con el cuento de que sólo podremos colocar nuestra barrera con la autorización de Salvamento Marítimo. Mira, al que se ponga de por medio le hago tragar petróleo", gritó José Martínez González, mariscador de Noia.

PREDICCION CONTRADICTORIA

Mientras la actividad es frenética en los puertos, técnicos y políticos se pelean en los despachos con previsiones meteorológicas contradictorias. Un informe de expertos franceses indicaba que la mayor extensión de fuel no llegaría a la costa hasta el martes.

Los estudios de la Xunta y del Gobierno, por su parte, eran más fatalistas, pero la nueva dirección del viento (que ayer soplaba desde el sur hacia el norte) y la acción de los buques contra la marea negra invitan al optimismo. Ante la previsión de que llegue la mancha, hay 11.758 metros de barreras instaladas, 29.000 disponibles y un operativo de 16 barcos para recogida y vigilancia.

Rajoy agradeció el esfuerzo de las cofradías de pescadores, de los mejilloneros y de los empresarios del sector que han brindado "su colaboración". Hoy llega a Galicia un batiscafo francés que observará in situ los restos del buque. El ministro anunció que las ayudas que ha fijado la Administración para pescadores y mariscadores empezarán a pagarse a partir del 15 de diciembre.

Mientras, vecinos, ecologistas y simpatizantes preparaban las pancartas para la gran manifestación que hoy se celebrará en Santiago y que se espera que tenga una participación sin precedentes en Galicia.