La presión de los vecinos obligó hace unos días a Alejandro Martínez Singul, conocido como 'el segundo violador del Eixample', a dejar el inmueble dónde residía en Lloret de Mar (Gerona). La preocupación de los vecinos era tal que incluso plantearon la posibilidad de hacerle la vida imposible para que se marchara. Y finalmente así ha sido, ya que varios testigos aseguran haberle visto marchar en taxi con todas sus pertenencias. El pasado 25 de junio, un juzgado condenó a dos años de prisión a Martínez Singul por dos intentos de agresión sexual en el barrio del Eixample el pasado 10 de mayo. Sin embargo, el Juzgado de lo Penal número 3 de Barcelona denegó el 3 de julio la medida cautelar de prisión provisional solicitada por el fiscal para Singul, por lo que ha seguido en libertad hasta que la Audiencia de Barcelona se pronuncie sobre el recurso de apelación presentado por la defensa.

A pesar de que en la vista de junio Singul aseguró que quería marcharse de Cataluña debido al rechazo social que sufría, optó por fijar su residencia en esta localidad. De esta forma, pasó el mes de julio en el piso de unos familiares y acompañado por sus padres. Los vecinos, al enterarse de su presencia, mostraron su preocupación al Ayuntamiento, e incluso mandaron correos y colgaron carteles para avisar de que vivía en Lloret. De hecho, un vecino del inmueble de Singul, según informó 'Diari de Girona', aseguró que en una reunión de vecinos se habló de hacerle la vida imposible para que se marchara. De todos modos, el mismo vecino comentó que su presencia no había comportado ningún problema, aunque las realmente preocupadas eran las vecinas con hijas jóvenes.

Ante este nuevo movimiento del segundo violador del Eixample, la concejala de la Mujer de Lloret de Mar, Laura Bertrán, explicó que desde el Ayuntamiento no tienen competencias para actuar y que intentaron calmar e informar a los vecinos en todo momento, "estando en contacto permanente con los Mossos d'Esquadra y la Policía Local en reuniones con los mismos vecinos y padres preocupados", a quienes se instó a avisar a las fuerzas de seguridad a la mínima sospecha. Bertrán resaltó la actitud "serena y responsable" de los vecinos del mismos bloque dónde residía el 'segundo violador del Eixample', ya que todos entendieron que actualmente "es una persona libre aunque a nadie le guste tenerlo al lado de casa". Además, desde el Consistorio se intentó calmar a los vecinos para evitar "posibles salida de tono", comentó la concejala.

En este sentido, Bertrán opinó que "la solución no es que se marche de Lloret, porque en algún lugar tiene que vivir, sino que se revise la ley para que la ciudadanía pueda sentirse más segura en estos casos".