La aseguradora del petrolero Prestige , la compañía británica P&I Club, podría abonar la cantidad máxima estipulada en la póliza, 25 millones de euros (4.160 millones de pesetas), en dos semanas. La negociación entre el Gobierno español y la empresa británica se había roto, pero un cambio de actitud en el Ejecutivo de Aznar ha permitido reanudar las conversaciones.

P&I Club reconoce la gravedad del accidente y, ante la alarma social creada, se dispone a acelerar los trámites para pagar la indemnización, una decisión muy poco habitual en estos casos. El procedimiento normal es que la aseguradora abone las reclamaciones que se presenten hasta agotarse el fondo de la póliza, en este caso de 25 millones de euros.

Después, es el Fidac, el fondo internacional que cubre los vertidos de hidrocarburos, el que completa las restantes reclamaciones hasta alcanzar el límite de 180 millones de euros (casi 30.000 millones de pesetas), el máximo al que podrán tener acceso los damnificados por los vertidos del Prestige .

ACUERDO EN DOS SEMANAS

El pacto está pendiente de algunas cuestiones, como qué organismo del Estado recibiría los fondos para su posterior gestión. "Pensamos en un plazo no superior a dos semanas para cerrar el acuerdo", indicó el portavoz de la compañía, Stephen Roberts. La aseguradora, sin embargo, se muestra muy crítica con la actuación del Gobierno español en la crisis.