Siguiendo la estela de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que se apresuró a declarar los toros bien de interés cultural cuando sonaron los primeros tambores que indicaban que el Parlamento catalán podía rechazar las corridas, el PP llevó ayer al Senado la petición de que la fiesta tenga la misma protección que el patrimonio histórico. La moción fue rechazada con los votos de todos los grupos salvo los del PP y Unión del Pueblo Navarro (UPN).

El portavoz de los populares, Pío García-Escudero, argumentó que los toros, con 13 millones de espectadores, son el segundo espectáculo más visto en España después del fútbol. En un discurso repleto de referencias históricas y citas literarias --recitó poemas de Miguel Hernández y Federico García Lorca--, defendió que las corridas son parte "de la historia, el arte, la tradición, el sentimiento y la emoción de España".

En la tribuna seguían con admiración su intervención unos 60 representantes del mundo del toro, entre ellos el presidente de la Mesa del Toro, Carlos Núñez, los diestros Joselillo y David Mora, y el ganadero Victorino Martín.

García-Escudero incidió además en la "incoherencia" del Parlamento catalán al prohibir las corridas y blindar los correbous.

El PSOE, CiU, PSC, ERC e ICV rechazaron la petición. Los socialistas alegaron que trata de una competencia autonómica.

Por su parte, el senador y presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago, que estuvo presente en la sesión del Senado, mostró su solidaridad con el sector taurino extremeño y subrayó, en un comunicado remitido a Efe, la incoherencia de los socialistas, que unas veces consideran que se trata de un asunto de competencia nacional y otras autonómico.