La falta de lluvias en España también incide negativamente en la producción de energía hidroeléctrica. Con muchos embalses en el nivel de capacidad mínima, se tiene que recurrir cada vez más a fuentes alternativas de abastecimiento. Pero este año, con la dificultad añadida de la vigencia del Protocolo de Kioto, que limita la emisión de gases contaminantes derivados del uso de combustibles fósiles --gas, petróleo--, usados en la producción convencional de electricidad. Las compañías ya han avisado de que revisarán al alza los recibos de la luz.