El sida afecta a unas 56.000 personas cada año en Estados Unidos, una cifra un 40% más alta de lo que se había calculado anteriormente, según un informe publicado ayer por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

No obstante, el CDC advierte de que las cifras reales de infectados no han incrementado, sino que son los nuevos métodos empleados para diagnosticar la enfermedad los que han provocado esta variación.

El doctor Kevin Fenton, que dirige el departamento de sida del centro explica que "la nueva estimación no representa un aumento real del número de nuevas infecciones, sino que refleja nuestra capacidad para medir con mayor precisión la incidencia del VIH y garantizar una mejor comprensión de la epidemia".

El estudio, que se publicará hoy en la revista Journal of the American Medical Association , indica que el grupo de población al que más afecta sigue siendo el homosexual y que los nuevos casos de sida se dan más entre la población de raza negra .

NUEVOS RETOS Según Fenton, "esta nueva imagen pone de manifiesto que el VIH es peor de lo pensábamos anteriormente y pone de relieve los retos a enfrentar esta enfermedad".

Los nuevos hallazgos, indicó, demuestran la necesidad de "llegar a todas las personas infectadas con el VIH y aquellos en situación de riesgo con programas de prevención eficaces".

No obstante, las estadísticas reflejan un descenso considerable en el número de casos de VIH respecto a los años 80, cuando se desconocía la enfermedad y se expandió rápidamente. De hecho, había 130.000 infecciones al año, que descendieron a 50.000 a principios de 1990.

Pese a un nuevo repunte en los casos detectados a finales de los 90 hasta la cifra actual, los expertos indican que se mantiene estable con cifras que oscilan entre los 55.000 y los 58.500.