Cerca de 90 millones de africanos estarán infectados por el virus del sida en el 2025 si los gobiernos de todo el mundo no han cambiado de actitud frente a la epidemia, afirmó ayer Peter Piot, director general de Onusida (el organismo de Naciones Unidas contra la enfermedad), en Addis Abeba (Etiopía), en la presentación del documento Tres escenarios sobre el sida en Africa en el 2025.

Piot puntualizó que son hipótesis y no predicciones, pero aseguró que esa elevada cifra de infectados por el VIH será realidad si se mantiene la marginación en el proceso de globalización de los países africanos más afectados por el sida, y se ralentiza su crecimiento económico.

Esta catastrófica posibilidad, insistió Piot, puede darse si simplemente los países desarrollados mantienen su actual tendencia de inhibirse frente a la epidemia. En la actualidad existen 25 millones de africanos infectados por el virus, de los que apenas 100.000 están recibiendo los fármacos antirretrovirales con que los occidentales mantienen la enfermedad bajo control.

La segunda hipótesis planteada por el informe de Onusida, elaborado por expertos occidentales y africanos, prevé que los gobiernos de Africa consigan aplicar medidas sanitarias rigurosas para frenar la epidemia, aunque cuenten para ello con recursos limitados. En este caso, dijo Piot, en el 2025 se habrían evitado 24 millones de nuevas infecciones en Africa.

La tercera propuesta consiste en que sea considerado como "una crisis excepcional que exige una respuesta excepcional", que se produzca un cambio de las relaciones de Africa con el resto del mundo en los aspectos de atención sanitaria, desarrollo, comercio y seguridad, y cuente con un fuerte incremento en la ayuda exterior y las inversiones sociales.

"De suceder esta hipótesis, se podrían evitar hasta 43 millones de nuevas infecciones por el VIH en los próximos 20 años", dijo el director de Onusida. El informe destaca, no obstante, que existe un "abismo" entre el dinero que sería necesario ahora para combatir el sida en Africa, y el que recibe en realidad.

En el 2003, afirmó, los países en desarrollo más afectados por el sida recibieron 4.300 millones de euros, "la mitad de lo que hubiera sido necesario para combatir esta crisis sanitaria", añadió Piot. "Para evitar el deterioro de la situación --dijo--, hará falta contar con más dinero y con mayor efectividad al usarlo".