Final feliz, aunque con pago de rescate, La Guardia Civil consiguió detener a siete personas como presuntos autores del secuestro del niño de 11 años, hijo de un empresario de Torre Pacheco (Murcia), una horas después de que fuera liberado. El menor, Iván Hernández, de 11 años, fue entregado a su padre en buen estado de madrugada después de que sus captores recogieran los 50.000 euros que exigieron para poner fin al secuestro express.

La primera detención, tal y como adelantó ayer EL PERIODICO, fue la de J. A. C. C., español de 34 años y conductor de la furgoneta en la que se llevaron al niño. Ayer, cuando el niño ya estaba con su familia, cayó el resto de la banda. Se trata de los marroquíes J. R., de 25 años; E. M. R. de 20, (ambos cabecillas del grupo); A. J., de 32; M. J., de 31; H. B., de 31, y K. B., de 23. Estas últimas detenciones se produjeron ayer al mediodía después del registro de dos viviendas en la pedanía de Balsicas, en Torre Pacheco.

Los detenidos fueron trasladados al cuartel de Torre Pacheco para que prestaran declaración. Hasta allí también se desplazaron el menor y sus padres, para que pudiera reconocer a los autores de su secuestro.

PAGADO UN RESCATE El padre, Antonio Hernández Cuenca, confirmó que había pagado 50.000 euros en concepto de rescate y que se lo prestaron familiares y amigos, entre ellos el alcalde de Torre Pacheco, Daniel García, quien aportó 10.000 euros. La Guardia Civil aconsejó al empresario que siguiera las instrucciones de los secuestradores para poner a salvo al niño mientras los agentes estrechaban el cerco a los delincuentes.

Antonio Hernández, propietario de la empresa de estructuras metálicas para la construcción El Molino, añadió que el lunes por la mañana Iván no fue al colegio porque no estaba bien y que se quedó con su mujer en la empresa. El empresario fue al banco a media mañana a retirar 20.000 euros para pagar a sus empleados y tuvo la sospecha de que alguien le vigilaba.

Cuando Hernández regresó a la empresa, no dejó en el despacho el sobre con el dinero y se volvió a marchar. "No se dieron cuenta de que no había dejado el sobre. Entraron buscando el dinero, ataron a mi mujer, lo revolvieron todo y, al no encontrarlo, cogieron a mi hijo, le taparon la boca, lo encapucharon y se lo llevaron en una furgoneta", explicó el empresario.

Hernández tiene la sospecha de que los secuestradores estaban bien informados. "Alguien debió de informarles, porque tenía previsto pagar a los empleados el viernes, pero era festivo y aplacé el pago al lunes".

Posteriormente, los secuestradores le llamaron por teléfono y le exigieron 100.000 euros a cambio de la liberación, que después rebajaron el importe a 50.000. Para hacer la entrega, según Hernández, le cambiaron tres veces el lugar. "Me tuvieron dando vueltas, unas tres horas, por San Cayetano, Los Dolores y Avileses. Una vez dejé el dinero, y ellos lo comprobaron, liberaron al niño, que llegó hasta mí andando por un camino", dijo.

Mientras, en el cuartel, esperaban 15 personas entre familiares y amigos. A las cinco de la madrugada, tras 14 horas de tensión, Iván, que llegó con su padre, se fundió en un abrazo con la familia. Los secuestradores cayeron sólo horas más tarde.