Art Garfunkel, el larguirucho de los rizos y la voz virtuosa, y Paul Simon, el bajito del semblante serio, la guitarra y el talento creativo (en la foto, Garfunkel abraza a Simon, en octubre), han decidido sentar la cabeza a los 62 años que tienen ambos y darse otra oportunidad en su gira por EEUU. Al parecer, desean reforzar su vieja amistad, después de lustros sin hablarse.

Cuando este año, casi por compromiso, interpretaron juntos Sounds of silence en la entrega de los premios Grammy, les entró la morriña de los tiempos felices y decidieron olvidar los celos y probar de nuevo. Se embarcaron en una gira norteamericana que ha estado reforzada por la aparición del álbum de éxitos The essential y el DVD de su histórico The concert in Central Park a comienzos de los años 80. Borrar de un plumazo viejas rencillas no resultó sencillo. De hecho, al comienzo de esta gira apenas se hablaban dentro y fuera del escenario. Pero, a medida que se sucedían las ciudades y escenarios, Simon y Garfunkel empezaron a valorar más lo buenos momentos que sus pequeñas diferencias. Ahora, se hablan, bromean y hasta se abrazan cuando están en escena.