STARLING , la niña de 18 meses que el martes recibió en la cabeza un disparo de pistola de su padre, sigue en estado crítico porque, a consecuencia de la entrada y salida de la bala, no puede ser operada por los médicos, dijo una tía de la niña, que precisó que la bala le ha dañado el cerebro. Los médicos le han trasladado a la familia que "si se recupera no va a quedar bien", explicó la tía.