TMte ha dado por preguntar a la gente cómo ve la economía y las respuestas no permiten saber qué es lo que piensa la población. No sé si quedarme con el revoltijo de opiniones de los ciudadanos o con lo que dicen los expertos que parecen tener una visión más unánime: las cosas van mal y pueden ir a peor. Esos son los mensajes que nos hacen. Desde el otro lado del Atlántico, otros expertos alertan de la posibilidad de una nueva crisis financiera, y atrapados en el fondo de saco estamos los ciudadanos, las gentes normales y corrientes: autónomos, pequeños empresarios, trabajadores y parados.

¿Cómo ve la economía? les pregunto.

Tengo la mitad de trabajadores, acabo de pagar tres mil euros de seguros sociales, ahora me llagarán unos mil quinientos de luz y la clientela se ha reducido. Es la negativa respuesta de un empresario de hostelería. Un comerciante cuenta cómo ahora, con sus hijos en el paro, se ha visto obligado a poner nuevos negocios para darles un trabajo y cómo ha tenido que invertir lo que pudo ahorrar en los buenos años, "de mi riñón ha salido. Lo que tiene que hacer el Gobierno es enfrentarse con los sindicatos, para que se apruebe la reforma laboral, y con los poderosos para acometer la reforma financiera". Nadie comprende los beneficios millonarios presentados por algunos grandes bancos mientras embargan a familias sus casas porque no han podido pagar algunos meses de hipoteca.

¿Cómo ve la economía?

Mi interlocutor ve las cosas a nivel de asfalto. Las tiendas se han llenado con el día de la madre. Hay dinero, pero del sumergido, del que pasa de mano en mano. No sabe nada del Banco de España, de déficit o calificaciones. Sabe de monedas o billetes que corren. Yo no lo sé. ¿Ustedes lo saben?