El fuel del Prestige ha rebasado la costa y ha pringado hasta el despacho del presidente de la Xunta, Manuel Fraga. La noticia de que el líder gallego estaba de caza mientras estallaba la crisis ha colmado el vaso de la paciencia política. Los socialistas (PSG) han anunciado que presentarán una moción de censura. Sin embargo, el PP no sólo cuenta con mayoría absoluta, sino que el otro grupo de la oposición, el Bloque Nacionalista Galego (BGN), no se muestra por ahora dispuesto a apoyarla.

El veterano político trató de retomar el timón ayer desde su localidad natal, Vilalba (Lugo), en unas jornadas sobre comunicación. "Todo es una patraña, un regalo de cumpleaños que quiso hacerme una emisora", dijo en alusión a la SER, la cadena que reveló que fue de cacería.

REUNION CON SU HIJA

Según relató, el sábado 16 trabajó en su despacho de Santiago y después viajó a Madrid, donde mantuvo una reunión "extensa y tranquila" con la secretaria de Estado de Pesca Marítima, que resulta ser su hija Carmen Fraga.

Al día siguiente, y mientras el fuel ya inundaba kilómetros de litoral, estuvo en una reunión con unos amigos que iban de caza. "Los dejé tirados porque no podía quedarme", dijo. Según indicó, se reunió con uno de ellos, el presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, Fernando Fernández Tapias, "de los que más entienden de hidrocarburos".

El presidente gallego explicó que después regresó a Galicia para estar "con todos", y quiso dejar claro que estuvo "informado en todo momento" y que lo que pretendía era que su hija "moviese hilos en Bruselas".

Los socialistas gallegos no podrán ganar la moción de censura, pero es la única forma de elevar la voz. Así lo dio a entender su líder, Emilio Pérez Touriño, tras consultar la decisión con el máximo responsable del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.

"Vamos a exigir la responsabilidad política del presidente de la Xunta por dar la espalda a Galicia cuando lo necesitaba", explicó Touriño, quien calificó la gestión de la crisis de "desastrosa" por no contar con un plan de emergencias adecuado que impidiera que la costa se haya convertido en "un vertedero de miles de toneladas de fuel".

Los socialistas comunicaron su iniciativa al BNG. Pero su líder, Xosé Manuel Beiras, recordó ayer que los socialistas no apoyaron la moción que presentaron contra Fraga en enero del 2001. El secretario de los populares gallegos, Jesús Palmou, calificó la iniciativa del PSG de "rechazable, irresponsable y casi carroñera".

El premio al patinazo es para el conselleiro de Pesca, Enrique López Veiga, que había asegurado: "Fraga no ha salido de Galicia". Fraga le contradijo ayer.

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