Silvia Higuero es una de esas voluntarias anónimas que cambió sus días de vacaciones por unas jornadas de trabajo para ayudar en la lucha contra la marea negra en las costas gallegas. Durante tres días participó en estas tareas en Santa María de Oia, un pueblo dependiente del concello de Baiona, en la Ría de Vigo. Unas horas en el litoral pontevedrés que esta cacereña quiso inmortalizar en imágenes.