Sólo son 110 en toda España. De ellos, 24 en Cataluña. La cifra de las personas que cumplen prisión por delitos de tráfico es, según la asociación de víctimas Stop Accidentes, "mucho menor" de la que debería ser. Según sus estimaciones, sólo el 3% de los que matan al volante terminan entre rejas. El motivo es evidente. Al menos, para Stop Accidentes.

"Los jueces están acostumbrados a encarcelar a asesinos, traficantes, maltratadores y violadores. Cuando están frente a un conductor imprudente no lo ven como un criminal y piensan: ¿Cómo lo voy a meter en prisión? Es más, aunque se le pase por la cabeza la posibilidad de encarcelarlo, probablemente caiga en la cuenta de que la cárcel no es el lugar idóneo para una persona así", dice el abogado de la asociación de víctimas, Aitor Canales.

El letrado añade que existe "un clima de impunidad" y "una falta de reproche social" respecto a las imprudencias cometidas al volante. El drama de la carretera, a su juicio, "da igual". Da igual que cada año se mueran más de 5.000 personas en las carreteras españolas. Da igual que los siniestros de tráfico supongan una factura anual de 4.000 millones de euros (unos 660.000 millones de pesetas). Y también da igual que el 40% de los muertos presenten tasas de alcohol por encima de las permitidas.

"Casi todo el mundo conduce, así que todos nos ponemos en el lugar del automovilista homicida y pensamos que nos puede pasar a nosotros", concluye Canales.

Tras criticar la impunidad en la que se cometen "auténticos crímenes" al volante, el abogado de Stop Accidentes reclama una revisión del Código Penal para que este tipo de delitos "no queden bajo la discreción del juez".

LO QUE DICE EL CODICO

El artículo 4 del Código Penal --el de los delitos contra la seguridad del tráfico-- no exige que haya una muerte de por medio. En estos casos, el juez tiene que acudir a los apartados que hacen referencia a las faltas y los delitos en general. ¿Cuál es la diferencia? Si la imprudencia cometida al volante es leve, el juez dictamina una falta, penada con una multa durante dos meses o con la retirada del carnet.

Si la imprudencia es grave, entonces se trata de un delito, que lleva aparejado prisión de uno a cuatro años. "No hay una relación de factores jurídicos que determinen si la imprudencia es grave o leve", se lamenta.