Los españoles se sitúan entre los ciudadanos de la UE más reacios a limitar la velocidad en las ciudades como fórmula para mejorar la situación del tráfico y, sobre todo, rechazan el pago de un peaje similar al de Londres para gravar la circulación por el centro de la ciudad.

Según los datos del Eurobarómetro sobre la política de transportes europea, solo el 14% de los ciudadanos estaría dispuesto a imponer limitaciones, frente al 17% de los europeos, mientras que únicamente el 1% abonaría un peaje para entrar en coche en la ciudad, frente al 5% de la media comunitaria.

La prohibición de circular a más de 80 kilómetros en autopistas, autovías y carreteras de 16 municipios del entorno de Barcelona comenzará a aplicarse en dos meses, pero esta norma obedece a motivos medioambientales.

El estudio señala también que la opción preferida por los europeos en general --y los españoles en particular-- para mejorar la situación del tráfico en las ciudades y sus alrededores pasa por "un mejor transporte público". Así lo piensan el 49% de los europeos, el 58% de los españoles y, especialmente, el 67% de los irlandeses y el 62% de los italianos.

MEJORAS EN EL TRANSPORTE En cuanto a qué aspectos deberían mejorar en este transporte público, el 41% de los ciudadanos españoles apuntan a los horarios principalmente; el 30%, a las conexiones; el 12%, a la instalación de paradas cerca de la residencia particular, y tan solo el 4%, a la seguridad. Este último detalle es reivindicado por el 18% de los rumanos, el 15% de los checos y el 12% de los chipriotas.