Los mensajes sobre los peligros del tabaco difundidos en las cajetillas solo son leídos y procesados por el 37% de los fumadores. A esta conclusión llega un estudio elaborado por cuatro expertos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Los investigadores sostienen que la imagen de un hombre con un tumor en el cuello, elegida entre las 42 propuestas por la Unión Europea en el 2004, es la más impactante y eficaz para concienciar de los riesgos del cigarro. Las siguientes más valoradas para campaña disuasoria antitabaco son la de una boca con los dientes y las encías destrozados y la que compara un pulmón sano con otro dañado.

Las advertencias escritas pierden eficacia con el tiempo. Incluso el cambio del clásico Las autoridades sanitarias advierten que fumar perjudica seriamente la salud por otros del tipo Fumar mata, para hacerlo más impresionante, "no capta la atención de forma más efectiva", subraya Antonio Crespo, profesor de psicología y coordinador de la investigación.

LAS MUJERES, MAS SENSIBLES El estudio, basado en técnicas de seguimiento ocular o eye-tracking entre distintos grupos de personas, revela que los fumadores consideran que son mucho más útiles aquellas imágenes que muestran daños específicos como consecuencia del consumo de tabaco. Por el contrario, los no fumadores estiman más útiles las imágenes que sugieren medios y vías directas para abandonar el hábito, como teléfonos de ayuda.

Las mujeres muestran una mayor sensibilidad ante mensajes visuales vinculados con la fertilidad femenina, la protección del niño o los posibles daños al feto. "Paradójicamente, las fotos y textos relacionados con la infertilidad masculina y la impotencia no causan un mayor impacto entre los hombres", asegura Crespo.

MENSAJES COMBINADOS El trabajo, según los autores, coincide con otros efectuados en países como Bélgica y Gran Bretaña, que recientemente han aprobado nuevas leyes antitabaco y han incluido estas imágenes con textos en las cajetillas.

Las fotografías se emplean desde hace varios años en otros países de fuera de la UE como Canadá, Brasil y Australia. "Allí se ha demostrado su eficacia. Podrían ser una referencia útil para las autoridades sanitarias a la hora de diseñar y aplicar políticas de control del tabaquismo basadas en el uso de fotografías que trasmitan mucho más directa y eficazmente los riesgos de esta conducta adictiva", defienden los cuatro autores.

Sin embargo, el Ministerio de Sanidad no prevé adoptar imágenes gráficas para que causen un mayor efecto y sean retenidos por más tiempo. El departamento que dirige Elena Salgado incluso se decantó por el texto de Fumar puede matar en lugar del más contundente de Fumar mata adoptado en el 2004. "La propuesta de las 42 ilustraciones de la Comisión Europea es voluntaria para los Estados miembros y, en estos momentos, en España no se ve la necesidad ni las ventajas de aplicarla", comentó una portavoz oficial.