Dos días después de la gran nevada, de Barajas logró regresar a la normalidad casi total. Las cuatro pistas estaban operativas desde las once de la noche del sábado y solo se cancelaron 31 vuelos, todos de Iberia, cuyos pilotos mantienen una huelga de celo encubierta desde diciembre. Según los datos de la ministra, las compañías que operan en las terminales T-1, T-2 y T-3 registraron un retraso medio de 18 minutos, mientras que las que operan en la T-4, Iberia entre ellas, fue de 48, casi el triple.

Iberia reconoció en una nota que "la huelga de celo de una parte de los pilotos dificulta la normalización de la situación, pese al esfuerzo realizado por el resto de colectivos de la compañía".