Después de una semana larga criticando el "espectáculo" generado por la visita del Papa, Joan Herrera sigue indignado porque los cargos públicos tengan que justificar su ausencia de una misa. El candidato de ICV-EUiA a la Generalitat entiende la religión y la espiritualidad con "respeto". Confiesa que no es creyente y, además, presume de no haber cambiado sus convicciones respecto a cuando era pequeño. De su etapa de colegial recuerda que sacaba buenas notas en general, también en Etica, que siempre prefirió a la de Religión. Es fácil deducir el no de su respuesta cuando se le pregunta si ha vivido algún momento místico que le haya acercado más a la dimensión religiosa o espiritual.

Si en algo Herrera se declara ateo es en liderazgos espirituales. "Solo creo en líderes políticos", afirma, de manera que se abstiene de elegir una figura eclesiástica. Se declara preocupado por el papel de Benedicto XVI al frente de la Iglesia. "Cada vez se aleja más de los cristianos de base".