Tras la avalancha de denuncias contra la Iglesia por abuso sexual, la plataforma austríaca de cristianos de base Somos Iglesia advierte de que se avecina una nueva oleada de acusaciones: la de los numerosos hijos de sacerdotes que están privados de una vida familiar.

"La Iglesia ha fracasado en su ética sexual", sentenció ayer la presidenta de la citada plataforma, Sabine Bauer, en una rueda de prensa en la ciudad austríaca de Graz.

Bauer advirtió de que los numerosos casos de abuso sexual de menores por parte de eclesiásticos católicos en varios países, constituyen sólo "la punta del iceberg" de un problema que tiene su raíz en una "moral sexual descarriada, perniciosa para el cuerpo humano".

Y mientras en Alemania, la Iglesia ha abierto una línea de teléfono exclusiva para los afectados por los abusos de sus sacerdotes, en Austria, el arzobispo de Viena, pidió públicamente perdón y mostró su arrepentimiento en una ceremonia a la que asistieron miles de personas.