El ministro de Sanidad, Bernat Soria, tiene otra prueba de que la pionera ley antitabaco, que entró en vigor el 1 de enero del 2006, supuso un claro avance pero ya no da más de sí y, según los expertos, se corre el riesgo de que los objetivos se deterioren si no se da un paso más hacia la prohibición universal de fumar en espacios públicos cerrados. Una encuesta patrocinada por su departamento revela que la tasa de adictos al tabaco se ha estancado en el 24%, que se sigue fumando en el 30% de los trabajos y que los partidarios de vetar totalmente el humo en bares y restaurantes han aumentado el 8%. Incluso en las discotecas, la cifra de opositores al humo dentro de las salas ha crecido el 5% desde el 2006.

El Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), que agrupa a 40 asociaciones científicas y ha llevado a cabo la investigación, considera "muy importante y decisiva" la creciente demanda de espacios libres de humo en la hostelería, ya que ese aumento del 8% de los ciudadanos que reclaman el veto total se traduce en que casi tres millones de personas se han sumado a la solicitud. "Nos acerca a la sensibilidad de la UE. Ocho países --donde viven la mitad de los habitantes de toda Europa-- ya han optado por la prohibición total en locales cerrados, sin duda la medida más efectiva, aunque no la única", recalcó el portavoz del CNPT, Rodrigo Córdoba.

La media española de locales libres de humo partidarios de esta medida se sitúa en el 65%. "Junto a los problemas de salud, cualquier Gobierno debería tener en cuenta que 23 millones de españoles rechazan el tabaco en los espacios públicos y que 800.000 empleados de la hostelería se ven obligados a trabajar con humo y discriminados", sentenció Córdoba.

MENOS DEPENDENCIA Los expertos españoles en tabaquismo, que están celebrando su octavo congreso nacional en Córdoba, reconocen que la ley del tabaco ha significado un avance, pero que ya se ha quedado obsoleta, y animan al ministro Bernat Soria, médico de profesión, a que utilice esta investigación como palanca para llevar a cabo la reforma en este campo.

En las 2.531 encuestas telefónicas realizadas para el informe, los médicos han detectado una ligera caída de la dependencia, al constatar que el 32,7% de los fumadores encienden un cigarro antes de que haya pasado media hora desde que se han levantado de la cama. En el 2006 lo hacían el 37,7%. Esto indica que el promedio de pitillos que se consumen al día ha disminuido. Los fumadores de más de 20 cigarros diarios siguen siendo el 18,5%, apenas el 3% menos que hace tres años.

El CNPT interpreta que la obligación del 2006 para que los espacios laborables fueran libres de humo ha influido en este descenso. Pero menos de lo esperado, ya que el 30% de los encuestados aseguran que en sus trabajos aún se fuma. El 17% de ellos denuncian que deben soportar el humo ambiental durante más de una hora al día, y el 5,3%, más de cuatro. En este cómputo no han sido incluidos los empleados del sector de la hostelería, que están expuestos más de ocho horas diarias.

Por su parte, los expertos en cáncer de pulmón, encabezados por Rafael Rossell, director científico del Instituto de Oncología de Badalona, expresaron ayer su respaldo a un endurecimiento de la ley. Como argumento, resaltan que 6.000 de los 54.000 españoles que mueren al año a causa del tabaco son personas que inhalan humo ambiental, mucho más tóxico, producido por quienes fuman a su lado. "El fumador pasivo inhala hasta cinco veces más de nicotina, alquitrán y monóxido de carbono", denunció Rosell.

La encuesta del CNPT constata que cada vez más personas quieren dejar de fumar y lo intentan con más frecuencia. Actualmente, el 69,6% desea abandonar el vicio, frente al 53,5% del 2006.