Tras la nueva ley del aborto, el peliagudo debate sobre la eutanasia. Aunque ninguna de las dos figuró en el programa electoral del PSOE que le dio la victoria en las últimas elecciones, el ministro de Sanidad, Bernat Soria, abrió ayer por sorpresa el debate y anunció en una entrevista con El País que el Gobierno baraja regular dentro de esta legislatura el suicidio asistido o ayuda a morir a un enfermo que padece una enfermedad irreversible y que expresa ese deseo. La reforma, que implica modificar el Código Penal, permitiría incluso --según el diario-- que un enfermo reciba ayuda para poner fin a su vida sin que esté necesariamente en situación terminal.

"La reflexión está abierta. El suicidio asistido no es legal en este país. Pero el Código Penal se ha cambiado ya muchas veces. Es un tema que pertenece más al Ministerio de Justicia", aclaró. El Código Penal castiga con dos años de cárcel a quienes presten esta ayuda. Pero, según fuentes Justicia, ahora no hay nadie en prisión por esta causa.

Como en la nueva regulación del aborto, la reforma tomará como punto de partida las indicaciones de una comisión de juristas, médicos, científicos y otras personalidades de los ministerios de Sanidad y Justicia. Otro grupo de expertos trabajará en la confidencialidad, fuera de los focos. En un año o año y medio, el estudio previo estará acabado. Será el momento en que el Gobierno decida.

Según Soria, el consenso con el PP existe en torno a la Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos, aprobado en el consejo interterritorial de Salud, ya que la mayor parte de las materias que se están discutiendo "son más operativas que ideológicas".