Menos hipocresías en el tema del aborto. Bajo esta premisa, el ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, anunció ayer que, si el PSOE gana las elecciones, cumplirá con el programa electoral y regulará la objeción de conciencia de los médicos sobre la interrupción del embarazo, de forma que aquellos facultativos que la esgriman en hospitales públicos no puedan llevar a cabo estas prácticas en clínicas privadas. "No sirve objetar por la mañana y no objetar por la tarde", advirtió.

En un desayuno informativo, convocado por Europa Press y ante un público mayoritariamente conservador, Soria no confirmó si actualmente se está produciendo esa situación de médicos que objetan al aborto cuando ejercen en la sanidad pública y, horas más tarde, superan los problemas de conciencia cuando ejercen en la privada. "Pero no quiero que eso ocurra", atajó el ministro ante la provocadora pregunta del conductor del acto.

Las sospechas del responsable de Sanidad se basan en el dato de que solo el 3% de los abortos se practican en los hospitales públicos, porque la mayoría de los facultativos se niegan a llevarlos a cabo alegando cuestiones morales y éticas. En algunas autonomías, como Navarra, no se practica ninguno. "En ningún caso se va a limitar la posibilidad de los profesionales de la salud de negarse a llevar a cabo prácticas que vayan contra sus principios. La medida irá encaminada a determinar cómo se puede ejercer ese derecho", precisó Soria.

Uno de los primeros decretos de la próxima legislatura, según Soria, protegerá la confidencialidad de los datos de las pacientes y los sanitarios que practican los abortos.