Pese a que la portada del disco la presente como una muñeca de cera, sigue siendo la pantera herida, de voz ruda y gesto sensual.

--Dicisiete años de ausencia. ¿Estaba cansada de la fama?

--No sabría decir. Me consagré a criar a mis hijas, Mimi, Brooklyn y Amanda, tan guapas que incluso dan miedo. Mimi y Amanda son cantantes, y Brooklyn es actriz. Ah, también tengo tres nietas, y una, con 10 años, ya escribe sus canciones y toca el piano. ¡Tantos artistas en una misma casa! ¡Imagine qué presión! ¡No se puede decir que no haya hecho nada en este tiempo!

--¿Y cómo ha cambiado todo ahora que ha vuelto?

--Hablo de eso en Fame , una de las canciones nuevas. La fama implica muchísimas responsabilidades. Tienes a un ejército de personas trabajando para ti: peluqueros, maquilladores, gente de prensa, agentes... Es duro, atractivo, pero duro. No puedes minimizarlo o tomártelo a broma. Mientras dura la promoción de un disco, mejor olvídate de hacer planes: corres el peligro de quedar con alguien y, de repente, te vienen diciendo que no, que acaban de cerrar una entrevista y mejor te olvidas. Pasa un día sí y otro también.

--Lo primero que llama la atención de Crayons es su diversidad estilística, con guiños al house, el electro e, incluso, la bossa nova o el blues.

--Soy una actriz que canta; mis canciones son actuaciones. Debes pensar en mí como una actriz dispuesta a meterme en el papel. Procuro meterme en la médula de la historia, hacerla mía... Por eso es tan variado.

--También influirá que muchas las letras son suyas

--Claro, sin duda. Escribo lo que quiero cantar, aquello que me llama la atención, que me motiva, como en el caso de Stamp your feet , de la que tenía las primeras líneas y sabía que era un éxito en potencia. O en el caso de Mr. Music , dedicada a los pinchadiscos, a la gente que te anima el día y te acompaña desde la radio. En esa canción en concreto busqué un efecto cinematográfico, que fuera visual y permitiera al oyente contemplar la escena, con la protagonista viajando en coche y escuchando música. Escribí tantas canciones para el disco que tengo suficiente material para el próximo, aunque supongo que todo tardará un poco e irán saliendo más.

--Al Green, Solomon Burke, usted misma... Todos han sacado discos en los últimos tiempos. ¿A qué atribuye el nuevo interés por los grandes de la música negra?

--Creo que la industria se equivocó durante años. Solo buscaba lo nuevo, lo inmediato, y olvidó a la gente que tenía una trayectoria sólida. Ahora, con la crisis, quizá ha llegado la hora de mirar hacia atrás, y por eso Green y otros regresan.