TEtl día 1 de octubre de 1931 Clara Campoamor venció en Las Cortes a los que negaban el voto a las mujeres. Hoy hace 75 años. El derecho al sufragio nos convirtió en ciudadanas, nos permitió participar en la cosa pública y nos rescató del silencio al que habíamos estado condenadas, un silencio defendido por los hombres con argumentos de lo más variopintos.

Nueva Zelanda aprobó el sufragio femenino sin restricciones en 1893, Gran Bretaña en 1928 (desde 1918 podían votar las mujeres mayores de 30 años), Estados Unidos en 1965 (desde 1920 podían votar sólo las mujeres blancas), Francia en 1944, Suiza y Portugal en 1971 (desde 1931 en Portugal podían votar las mujeres que hubieran terminado la escuela secundaria), Lietchtenstein en 1984- el último país en reconocer el voto femenino ha sido Kuwait, en 2006. Arabia Saudí y Brenéi Darussalam todavía no lo admiten, y Bután, Líbano y Omán lo hacen con restricciones.

Clara Campoamor se enfrentó a sus compañeros de partido y a numerosos diputados republicanos, que temían que el voto femenino inclinara el resultado de las elecciones hacia el lado conservador. 75 años después, todavía hay quien las culpa del ascenso de la derecha en las elecciones de 1933, no entraré en ese debate, pero las izquierdas las ganaron en el 36, y las mujeres también votaron.

Gracias, Clara, por haber defendido la responsabilidad social de las mujeres, y por haber conseguido que la Cámara entendiera que "Sólo aquellos que creen que las mujeres no son seres humanos, podrán negarles la igualdad de derechos con los hombres".