El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó la apelación de los padres de Terri Schiavo, quienes habían acudido a la máxima corte del país en un intento desesperado para mantener con vida a su hija. Poco después, un juez denegó conceder la custodia legal de Terri Schiavo al gobernador de Florida, Jeb Bush. La decisión del Supremo llega seis días después de que, por orden de un juez de Florida, se procediera a retirar la sonda por la que Schiavo recibía alimentos e hidratación.

APELACION El Supremo no hizo comentarios al anunciar el rechazo de la apelación estudiada por el juez Anthony Kennedy.

Todo parece indicar que los padres de Terri, Bob y Mary Schindler, no lograrán salvar la vida de su hija, después de que su último recurso ser resolviera negativamente para ellos.

El dictamen del magistrado George Greer, quien el pasado viernes ordenó desconectar a Schiavo de la sonda, desatendió la petición del gobernador Bush basada en un análisis de un neurólogo que determinó que es probable que la mujer esté en un estado de "mínima consciencia", sin someterla a un profundo examen neurológico.

NO A LA PROLONGACION De todos modos, los expertos legales no creen que ningún tribunal, sea federal o estatal, decida prolongar la vida de Schiavo mediante alimentación artificial.

Expertos constitucionales señalan que el caso se ha litigado ya durante siete años en los tribunales y que jueces independientes han dictaminado reiteradamente a favor de Michael Schiavo, el marido de Terri, que pide que no se le prolongue artificialmente la vida.

Los sondeos muestran, además, que la opinión pública estadounidense está en contra de la intervención del Congreso, que aprobó durante el fin de semana una ley que permitió que el caso de Schiavo, de competencia estatal, se discutiera en cortes federales.

Las críticas llegan incluso desde la derecha cristiana evangélica, base del conservador Partido Republicano, a la que según distintos analistas el presidente George W. Bush estaría intentando complacer al ratificar la ley aprobada por el Congreso.

Un sondeo realizado esta semana por la cadena de televisión CBS entre personas que se definen como evangélicas y conservadoras estableció que cuatro de cada cinco entrevistados se oponen a la intervención federal en asuntos de los estados.

El caso de esta mujer se remonta a 1990 cuando sufrió un paro cardíaco, su cerebro dejó de recibir oxígeno y sufrió daños irreparables.