La ministra de Salud de Suráfrica, Manto Tshabalala-Msimang, reconoció ayer las primeras dificultades en la aplicación del plan antisida para distribuir de forma gratuita fármacos antirretrovirales a toda la población afectada por la enfermedad, unos cinco millones de personas en el país.

"No puedo decir que el plan sea sencillo. Hay que resolver un número importante de cuestiones. No estamos aún satisfechos con las provisiones de presupuesto", señaló la ministra surafricana. Tshabalala-Msibang también mencionó la posible inconstitucionalidad de la iniciativa. Según la Constitución surafricana, "todas las personas enfermas de sida o infectadas con el VIH han de tener el mismo acceso a los medicamentos". Los especialistas en el sida han remarcado en los últimos días que la principal dificultad del plan será hacer accesibles los antirretrovirales en las zonas rurales, donde falta la infraestructura necesaria.

"Si los equipos necesarios se utilizan en los hospitales urbanos, muchas vidas serán salvadas. Pero mucha gente seguirá muriendo si el campo sigue sin ser atendido", señaló Swazi Hlubi, director de la Red de Comunidades contra el Sida. Hlubi también pidió la dimisión de la ministra de Salud, a quien acusa de negligencia en su política antisida.

Por otra parte, el antiguo presidente de Suráfrica, Nelson Mandela, declaró que el plan del Gobierno le "llena de alegría", dado que el sida mata diariamente a 1.000 personas en el país. El Gobierno surafricano aplicará un plan para distribuir de forma gratuita antirretrovirales a los enfermos a partir de septiembre.