En una ajustada decisión que acabó con tres votos a favor y dos en contra, la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) suspendió ayer a Fernando Ferrín Calamita, el juez de Murcia conocido por sus actuaciones y sentencias homófobas.

La resolución, tomada gracias a los vocales de la minoría progresista del CGPJ y con los votos en contra de los miembros conservadores, llega después de que el Tribunal Superior de Justicia de Murcia admitiera a trámite la querella que contra él presentó una mujer, en la que se le acusa de retrasar "de manera maliciosa" el expediente para lograr la adopción de la hija biológica de su compañera sentimental.

Se trata de una decisión provisional, efectiva mientras dure el procedimiento penal, pero esta es la primera vez que el Consejo General del Poder Judicial suspende a un magistrado a partir de una querella de parte y no del propio fiscal.

La labor de Calamita será de nuevo analizada hoy, cuando el CGPJ discuta si le multa con 600 euros por sostener, entre otras cosas, que las relaciones lésbicas son como los vínculos con "un toxicómano o un pederasta".

Por su parte, el magistrado se considera "víctima de una campaña de hostigamiento y de acoso y derribo", según aseguró en un escrito remitido a Efe el sábado, antes de su suspensión.