Los riesgos del tabaquismo pasivo están cada día más claros. Junto a 56.00 muertes entre fumadores, cada año mueren en España 730 personas (dos al día) por respirar el humo de sus compañeros en el trabajo y otros lugares, según la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo (SEDET). Los datos fueron corroborados ayer por la Ministra de Sanidad, Elena Salgado, en un acto en el que la Organización Médica Colegial (OMC) declaró su sede libre de humos.

Según Angeles Planchuelo, presidenta de la SEDET, los trabajadores de la hostelería y quienes trabajan en oficinas son los más afectados, aunque la exposición al aire contaminado también afecta a niños de padres fumadores, en los que se incrementa el riesgo de infecciones respiratorias, asma y otitis y una peor salud en general.

"Hay que cambiar la percepción social del fumar y que no se vea como un comportamiento normal", pidió Planchuelo.

MUERTES DE MENORES Un estudio del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), que agrupa a 36 sociedades científicas, matiza que cada año se registran en España 476 muertes por cáncer de pulmón en fumadores pasivos y otras 154 muertes por problemas coronarios derivados del humo de segunda mano. Además mueren 140 niños menores de 1 año por la exposición secundaria y continua al tabaco.

"El impacto que el humo ambiental del tabaco tiene sobre la mortalidad humana es dos veces mayor que el producido por el conjunto de todos los contaminantes ambientales reconocidos como tóxicos y que son objeto de control", denunció el presidente del CNPT, Rodrigo Córdoba.

IMPOSICION DE UNA MINORIA "La dependencia tabáquica de una minoría, el 30%, se impone al conjunto de la ciudadanía, el 70%, mediante la contaminación del aire por el humo del tabaco. El daño producido es mucho más grave que simples molestias o malos olores. Al tratarse de un problema colectivo de salud, los poderes públicos estamos obligados a intervenir", anunció con firmeza Salgado.

La titular de Sanidad apostó por fomentar que la norma de comportamiento social en todos los lugares públicos sea no fumar, ya que la mayoría de la población no lo hace.

Salgado lamentó el escaso descenso de los fumadores en los últimos años y alertó de que el porcentaje e mujeres que fuman entre los 16 y los 25 años es ya superior al de los varones.

Ante este matiz marcadamente femenino que está adquiriendo en España la epidemia del consumo de tabaco, la ministra anunció que su departamento trabajará para prevenir la incorporación de nuevas fumadoras. "El tabaco no sólo empobrece a quienes fuman sino también a sus descendientes y representa una carga financiera para todos", advirtió la ministra.