La segunda novillada de promoción de la escuela taurina de Cáceres no pasará a la historia del club taurino. Cuando los erales fueron buenos, no respondieron los toreros y viceversa. Destacar la clase del pacense Santiago Ambel, que ya estuvo sobresaliente en la temporada pasada en este coso, y tuvo la peor suerte en su lote. En el primero, a pesar de su buen hacer no llegó a los tendidos. Falló con la espada y después de una fuerte petición, el presidente no le concedió la oreja. En el segundo, un novillo difícil de sacarle un pase, el pacense hizo lo que pudo, recibiendo una fuerte ovación.

Ilde Alama volvía al coso cacereño después de no tener fortuna el año anterior. Recibió a su primero con una larga cambiada, y estuvo bien con el capote, en la muleta el toro se le vino abajo muy pronto, y se aculó en tablas. Cualquier intento para sacarlo fue en vano, y el problema lo tuvo a la hora de matarlo; el eral no salía de tablas, los tarancones con la cabeza, hacían imposible matarlo y tras la desesperación del novillero y el nerviosismo, sonaron los tres avisos, teniendo que apuntillar el toro en la misma plaza. El quinto de la tarde le salió bastante mejor que el primero, le hecho ganas y con el apoyo del público consiguió una merecida oreja.

Sánchez Fariñas, de la escuela de San Fernando, estuvo bien en los dos toros que le tocaron en suerte cortando una oreja en su primero y fuerte petición con vuelta la ruedo en el segundo.