Un taxista argentino de 45 años, identificado como Daniel Aníbal Aguilera, falleció la noche del viernes en el distrito de Hortaleza de Madrid después de recibir dos puñaladas, una en el cuello y otra en la cara. A última hora de ayer, la policía no había detenido a ningún sospecho. Los agentes solo tienen una pista, la de un testigo que vio a un hombre de raza negra entrar en el metro, en una estación cercana al lugar de los hechos, con la camisa manchada de sangre. El crimen provocó que cientos de taxistas protestaran en la calle contra la falta de seguridad en el sector.

Aníbal Aguilera llevaba viviendo en Madrid cinco años junto a su esposa y sus dos hijas. Hace un mes, el propietario de un taxi le ofreció ser conductor y él aceptó el empleo. El alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), se reunió ayer con la familia del fallecido en su domicilio, en el distrito de Hortaleza. "Están rotas", aseguró el regidor. "Ha sido una muerte injusta e inútil", añadió.

HERIDAS El crimen ocurrió a las 23.15 horas, cuando una unidad de los servicios de emergencia de la comunidad se dirigía la zona a atender una urgencia. Tras aparcar, los médicos se dieron cuenta de que un taxi circulaba a una velocidad excesiva. Segundos más tarde, el conductor del vehículo salió del coche y gritó que le habían apuñalado. Acto seguido, cayó al suelo. El personal del servicio de emergencias observó que tenía dos heridas de arma blanca. Una, muy profunda, en el cuello y otra, más superficial, en la cara. Al taxista se le paró el corazón y los médicos no pudieron hacer nada por salvarle la vida.

Nada más conocer el suceso, los profesionales del sector comenzaron a concentrarse en el centro de Madrid lo que ocasionó que la gente no encontrara taxi para regresar a casa. Las protestas se reanudaron ayer por la mañana. Cientos de vehículos inundaron las calles y los usuarios tuvieron graves dificultades para encontrar un taxi.

Las asociaciones de profesionales reclamaron una entrevista con la delegada del Gobierno, Soledad Mestre, para reclamar más seguridad. Finalmente, se celebró la reunión, en la que también estuvieron presentes representantes del ayuntamiento y la comunidad. El acuerdo al que se llegó fue la creación de una comisión para estudiar los problemas del sector.