El 20 de septiembre de 1987 Mar Cogollos sufrió un accidente de tráfico cuando volvía de la playa. Su compañero, que conducía, se despistó y se salió de la vía. A él no le pasó nada. Ella se quedó tetrapléjica. Tenía 25 años.

Mar no se hundió. Todo lo que aprendió durante cinco años en la facultad de Psicología lo utilizó para mirar hacia adelante y levantar la cabeza. Y no sólo la suya, sino la de todos los paralíticos que en ese momento estaban internos en el Hospital de La Paz.

En 1990, Mar fue nombrada directora de la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal, una organización fundada por el doctor Juan Angel García Reneses y que se dedica a dar conferencias de prevención bajo el lema Te puede pasar a ti . En 1991, se casó y al año siguiente nacieron Marla y María. Era la primera vez en todo el mundo que una mujer tetrapléjica daba a luz a unas mellizas.

Tras haber demostrado que es una mujer-coraje y después de 14 años al frente de Aesleme, Mar recibió ayer de manos del ministro del Interior, José Antonio Alonso, la medalla al mérito de la seguridad vial, una distinción instaurada en 1974.

El discurso que realizó al recibir el galardón, fue más allá del mero agradecimiento. "Los accidentes se pueden evitar. Una sola muerte es un drama, pero hay mucha gente que baja la guardia porque piensa que la vida le va a durar siempre", dijo.

Ejerciendo el papel de Pepita Grillo , Mar explicó al ministro que las tres claves para que dejen de morir más de 5.000 personas al año en la carretera son "mano dura, sensibilización y concienciación". La presidenta de Aeslene recordó los planes de la Unión Europea para reducir a la mitad los muertos por accidentes.