TLta vida está llena de contradicciones. Ahora que los españoles hemos empezado a viajar con frecuencia resulta que nuestros espermatozoides están perdiendo movilidad. No movilidad geográfica (porque siguen ubicados en el mismo sitio, por cojones), sino capacidad de salir disparados con rapidez cada vez que se les requiere para un viaje. Dicen los científicos del Laboratorio del Instituto de Reproducción que, de seguir así, en el 2067 (que ya para entonces Cáceres habrá sido capital cultural de algo) todos los espermatozoides de los españoles serán inmóviles. Me gustaría que los investigadores me respondieran si esta falta de capacidad turística del esperma tiene alguna relación con que, cada vez con mayor frecuencia, empresas de servicios y administraciones nos toquen los cojones sin ningún tipo de contemplación ni pudor. Yo, por ejemplo, en esta semana debo haber perdido un 70% de movilidad en mis gametos por un problema con Telefónica. Llevo tres días sin teléfono y dos con el número de teléfono de otra persona, a la que, a su vez, han asignado mi número. Los días pasan y nadie me da una solución, mientras que el cubículo de mi esperma no para de hincharse. Hasta aquí quería llegar. Imagino que un agrandamiento de los testículos permite a los espermatozoides un mayor desahogo, es decir, que pasan de habitar una bolsa escrotal con las dimensiones de un minipiso a las de un chalet en la Sierrilla. Así cómo van a querer salir de viaje.

Curiosamente, acabo de leer que el nombre orquídea proviene de la palabra griega orchis, que significa testículo, y mi mente, al contrario que mis gametos, ha comenzado a movilizarse hasta pensar que lo mejor que puede hacer Telefónica es meterse las orquídeas por el bulbo.