El tanuki es un perro mapache que forma parte del folklore y la mitología de Japón, uno de los países de donde es originario y donde también se le relaciona con la buena suerte. En Extremadura, tanuki es el primer restaurante de comida tradicional japonesa que acaba de abrir sus puertas en Badajoz con la pretensión de convertirse en una cadena que se extenderá a otros puntos de la región y al resto de España. Pero Tanuki San es algo más que un lugar donde comer, "es un restaurante interactivo que introducirá la cultura japonesa en Extremadura a través de varias actividades", según Eugenia Dong, la propietaria.

Una exposición de arte japonés, cursos de sushi, de ikebana (arte floral japonés), de go (juego de tablero), son algunas de las actividades que tiene previsto desarrollar. "Esta semana hemos organizado un concurso de dibujos sobre el tanuki en el colegio Santa Marina, los alumnos que ganen podrán venir a comer con su familia".

También en sus cartas y menús se explica el origen y la historia de sus platos, "todo ello para erradicar la idea equivocada que se tiene de lo japonés, porque aquí se suele confundir con lo chino y nada tiene que ver, es como comparar a un español con un ruso", señala.

Esta empresaria portuguesa, que regenta otro restaurante japonés en Lisboa, pensó en Badajoz para iniciar su proyecto junto a su marido, un sushi master japonés con nombre español, Víctor Dong, "porque ésta es una ciudad que me gusta mucho, es pequeña, no hay restaurantes japoneses, y las personas de aquí nunca han probado comida japonesa. Hay algunos restaurantes orientales con platos japoneses pero es una mezcla".

Víctor se formó durante quince años para convertirse en sushi master , un doctor en sushi, capacitado para formar a otros cocineros. "El sushi es una religión para los japoneses y las personas que lo preparan no son simples cocineros, hay que conocer la cultura, porque hay una manera de afilar el cuchillo, de cortarlo, de disponerlo en el plato, ... hay que saber todo eso para hacer un auténtico sushi".

Según cuenta, "en Japón existe una policía de sushi, que va a los restaurantes que lo sirven para probarlo y comprobar que tiene la medida adecuada y que es auténtico, si no te obligan a retirarlo de la carta o a cerrar el restaurante. Estos inspectores se han introducido ya en Europa".

Lejos de los bulliciosos restaurantes españoIes, los japoneses están concebidos para descansar, son silenciosos y tranquilos,por eso comer en Tanuki San es como una ceremonia, "primero se sirve un té y un aperitivo, y luego se ofrece una toalla caliente para limpiarse el rostro y las manos e iniciar así la comida de forma relajada". Dispone de menús para principiantes y para niños.