En Andalucía empezó a llover con intensidad a mediados de diciembre y desde entonces apenas ha habido dos días seguidos de tregua. Desde Huelva hasta Almería. Desde Málaga hasta Cazorla. El resultado es contundente: en 18 observatorios de la red andaluza llevan acumulados ya más de 1.000 litros de agua por metro cuadrado y en uno de ellos, en la excepcional sierra de Grazalema (Cádiz), se superan los 2.300 litros. No se registraba un invierno tan lluvioso desde hacía 16 años.

Ayer, de nuevo, los efectos del temporal fueron especialmente visibles en las provincias de Cádiz y Málaga. Por cuarta vez este invierno, el río Guadalete se desbordó a su paso por Jerez. En apenas tres horas se registraron hasta 85 litros en un terreno saturado, por lo que la ciudad gaditana quedó completamente incomunicada por tierra y aire. La Junta de Andalucía y el ayuntamiento decretaron el nivel 2 del plan de emergencias y habilitaron un puesto de mando con 200 efectivos para garantizar la seguridad de la población ante las nuevas previsiones de lluvia a partir de mañana y el riesgo de que se repitan las riadas.

CONDUCTORES ATRAPADOS El caos fue considerable en los accesos a Jerez. Se inundó la línea férrea Cádiz-Madrid, lo que afectó a 1.300 pasajeros. Varios conductores quedaron también atrapados en las balsas de agua de hasta dos metros de profundidad que aparecieron en la AP-4 Sevilla-Cádiz. El agua tampoco respetó el aeropuerto, que quedó impracticable a última hora del jueves a causa del fango y las piedras.

Pero al igual que pasó el lunes y en los últimos meses, la peor parte volvieron a llevársela los núcleos de población situados en la ribera del Guadalete, como Las Pachecas, La Ina o El Portalillo. Se trata de medio centenar de viviendas construidas de forma ilegal hace unos 50 años en zonas inundables, y que el ayuntamiento quiere derribar para evitar que vuelvan a quedar sumergidas con cada tormenta. Ayer, los vecinos de las casas menos afectadas se afanaban con bombas de agua para intentar rescatar los escasos enseres que habían resistido a la riada.

Un niño de cuatro años fallecido en Badajoz y tres adultos heridos en Tenerife fue ayer el saldo más dramático del inagotable episodio de lluvias que afecta a distintos puntos de España. El pequeño murió como consecuencia del derrumbe del techo de la vivienda en que residía en Azuaga (Badajoz), mientras que, en Isora (Tenerife), resultaron heridos graves tres miembros de una familia por el desprendimiento de parte de un balcón.

Pero el mal tiempo parece que va a continuar afectando al territorio español. La Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior alertó ayer por fuertes vientos, lluvias y nieve durante el fin de semana en diversos puntos de España, especialmente, a partir del domingo, según las predicciones de la Aemet.

Así, se esperan vientos en Galicia y Melilla, donde podrán alcanzar hasta 100 kilómetros por hora, en las provincias del sur de Andalucía (90 km/h) y en algunas zonas de Castilla y León. Con menor intensidad se registrarán vientos en el norte de la Comunidad Valenciana y Cataluña, así como vientos costeros en Galicia, Andalucía, Melilla y Canarias. El domingo empeora y llegará la nieve a la sierra de Madrid, donde podrá alcanzar hasta ocho centímetros de espesor, mientras que en cotas altas nevará también en la cornisa cantábrica, La Rioja, Navarra, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León y en el norte de Extremadura. Asimismo, se prevén lluvias en Galicia, Extremadura, Canarias, Baleares y Andalucía occidental.