El temporal de lluvias, que desde hace más de una semana azota al Caribe de Costa Rica, ha afectado directamente a unas 46.000 personas, mientras 5.500 permanecen en albergues, informaron hoy fuentes oficiales.

El último informe de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) indica que en las últimas horas se ha presentado una mejoría en las condiciones del tiempo, pero 5.500 personas aún se mantienen en 67 albergues habilitados.

En total se han visto afectadas 163 comunidades, principalmente en la provincia de Limón (Caribe), donde unas 4.600 viviendas fueron anegadas por las inundaciones provocadas por un frente frío y un sistema de baja presión.

Actualmente 35 comunidades permanecen aisladas por las crecidas de los ríos y los destrozos en 41 tramos de carreteras y 11 puentes. La CNE confirmó que ya pudo acceder a Sixaola, pueblo situado en la frontera con Panamá, donde sus pobladores permanecieron aislados durante varios días y se vieron obligados a armar improvisadas tiendas de campaña en lugares que no fueron inundados.

Las autoridades continúan las tareas humanitarias y la distribución de provisiones para las familias damnificadas y aseguran que no bajan la guardia porque en la zona sigue lloviendo, aunque con menor intensidad que días anteriores.

También se registran millonarias pérdidas en cultivos de banano, piña y arroz, aún sin cuantificar, así como atrasos en envíos y descargas en los puertos del Caribe, por donde se mueve el 85 por ciento del comercio internacional de Costa Rica.

Los productores de banano han dicho a la prensa local que los daños en las plantaciones son de un mínimo de 21 millones de dólares, pero afirman que deberán esperar a que bajen las aguas para determinar la verdadera dimensión de los destrozos.

El Gobierno de Costa Rica decretó el martes situación de emergencia nacional con el fin de agilizar la transferencia de fondos para atender a los damnificados y reparar la infraestructura dañada, y ha solicitado a la población que done alimentos, agua y ropa para los afectados. Hasta el momento las autoridades no han registrado víctimas mortales de las inundaciones.

Los equipos de ayuda humanitaria cuentan con tres helicópteros del Comando Sur de Estados Unidos que han realizado vuelos por los lugares más golpeados por las lluvias.

La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) mantiene la alerta roja o máxima para todo el Caribe costarricense, y una alerta amarilla (preventiva) para la zona norte.

Por su parte, la ministra de Salud, María Luisa Ávila, anunció que aumentará la vigilancia y medidas preventivas en el Caribe para evitar brotes de enfermedades como la malaria y el dengue.

El informe del Instituto Meteorológico Nacional (IMN) indica que el sistema de baja presión se ha estado debilitando, pero aún se mantiene la nubosidad sobre el Caribe.

Según el pronóstico, la inestabilidad del sistema continuará afectando la zona hasta mañana, pero con menos intensidad y lluvias dispersas.