El mal tiempo, con olas de hasta tres metros, está dificultando enormemente el rescate de los nueve españoles y un británico desaparecidos el jueves en un accidente aéreo en la isla de Madeira (Portugal). Tres barcos del servicio de socorro portugués, con el apoyo de medios de las fuerzas aéreas, buscan permanentemente a las víctimas, pero el temporal de vientos cruzados y olas de hasta tres metros hace difícil la tarea.

Si el viernes los equipos de rescate sólo encontraron un cadáver, el de una mujer, ayer aparecieron algunos restos humanos en la zona del accidente. También aparecieron piezas del avión, así como equipaje y ropa.

El desasosiego cundía entre los familiares de las víctimas que esperaban en Málaga, donde residían los 10 fallecidos (todos vecinos de un mismo bloque). Ayer, estos allegados pretendían viajar por cuenta propia hasta la isla portuguesa para estar presentes en las labores de búsqueda de los cadáveres. Sin embargo, el grupo de psicólogos de apoyo facilitado por el Ayuntamiento de Málaga les convenció de que es mejor que permanezcan en España.