Las 60 personas --20 pasajeros y 40 tripulantes-- del superferri Pau Casals respiraron ayer aliviados cuando, a eso de las cinco de la tarde, atisbaron los primeros bloques del puerto de Maó (Menorca) que anunciaban, por fin, la legada a tierra firme. Atrás dejaban casi dos días (44 horas) de triste y aburrido peregrinaje por la zona sur de la isla, a la espera de que remitiese el temporal de viento que ha azotado estos días el norte del archipiélago balear. La mejoría de las condiciones climatológicas permitió a primera hora de la tarde la reapertura del puerto mahonés. En cambio, el puerto de Ciutadella continuó cerrado por segundo día, después de que el pasado miércoles se decretara su clausura.

PREVISION A pesar de que la ola de viento, frío y nieve comienza a remitir, y se registrará un ascenso de las temperaturas, aún persistirá el viento fuerte en el Valle del Ebro, noreste de Cataluña y norte de Baleares y habrá heladas moderadas en Pirineos y débiles en el resto del interior norte peninsular, según la Agencia Estatal de Meteorología.

Mientras, la situación en la circulación en las carreteras españolas había mejorado sensiblemente hacia las seis de la tarde de ayer a medida que comenzaba a remitir el temporal, según datos de la Dirección General de Tráfico, aunque por la tarde se registraron dificultades en el tráfico en diferentes puntos de la red viaria de Lleida, Málaga y Tenerife.