Dicen los científicos del prestigioso Massachusetts Institute of Technology de Estados Unidos que las conclusiones de sus investigaciones señalan que tenemos tal grado de estupidez que sólo somos capaces de aprender de nuestros aciertos y no de nuestros errores. Bueno, la verdad es que estos tipos han hecho sus estudios con monos, pero aseguran que los resultados obtenidos se pueden extrapolar a los humanos (ya se sabe que los humanos somos la especie más parecida a los monos, a las ratas y a los cerdos, científicamente hablando). Parece que las células del cerebro que participan en el proceso de la memoria y el aprendizaje tienen una mejor respuesta cuando se obtiene un acierto que cuando se comete un error. De esta forma, si el resultado del acto es fallido no se producen cambios en el cerebro, con lo que tampoco se consigue una mejora en el comportamiento. Los investigadores han obtenido imágenes del proceso de aprendizaje en el cerebro y han conseguido ver cómo estas células cambian su respuesta en tiempo real a partir de la información que obtienen si una acción ha sido correctamente ejecutada o no. Y deben ser ciertas las conclusiones de estos científicos, porque con los antropoides de ETA acaba de pasar eso. Fallaron en Burgos y sólo han quedado contentos acertando, desgraciadamente, en Mallorca. Ante comportamientos tan primates sólo queda que los demás seamos capaces de aprender de nuestros errores y nuestros cerebros actúen de forma conjunta, ya que lo que sucede algunas veces con nuestras respuestas no hay teoría ni científico que lo justifique, por muchos monos que se estudien en Massachusetts.