Uno de cada tres teléfonos 010 ofrece una información insuficiente, destaca su calidad en las ciudades de Burgos y Valladolid, mientras que Oviedo y Córdoba "suspenden". Así lo ha constatado la revista Consumer Eroski tras realizar 1.000 llamadas -haciéndose pasar por un usuario cualquiera- a los números de información local de 18 capitales.

Las mejores calificaciones -con un "muy bien"- correspondieron a los teléfonos 010 de Burgos y Valladolid, y lograron un "bien" los de Barcelona, Vitoria, A Coruña, Bilbao, Logroño y Zaragoza. Los de Madrid, Granada, Málaga, Valencia, Murcia, Pamplona, Sevilla y San Sebastián se quedaron en un "aceptable", y Córdoba y Oviedo suspendieron la prueba, con un "regular".

La corrección marcó, de forma mayoritaria, el trato dispensado por los teleoperadores; en el 88 por ciento de los casos se atendió la llamada en el primer intento y la espera media no superó los 20 segundos. De cualquier modo, la calidad del servicio varía, en ocasiones de forma notable, en unas y otras ciudades.

También se registran modificaciones sustanciales en el uso que se hace del servicio en cada capital. La ciudad en que el recurso al 010 está más extendido es A Coruña, ya que el cociente entre el número de llamadas efectuadas al 010 el último año (casi 570.000 llamadas) y el número de residentes es de 2,32, seguida de Barcelona (1,88) y Vitoria (1,42). En la cola, los 010 menos utilizados son los de Murcia (0,12 llamadas por habitante), Burgos (0,15), Málaga (0,30) y San Sebastián (0,34).

Los encuestadores fijaron cincuenta cuestiones para plantear a los teleoperadores y que se referían a trámites (padrón, registro civil o gestiones de circulación y municipales), información de interés para el usuario (líneas de autobús, ayudas sociales, cursos que ofrece el Ayuntamiento...), y a la formulación de quejas (falta de limpieza en algunas calles, farolas encendidas durante el día..).

Para calibrar si la calidad de la información recibida era satisfactoria, se comprobó con anterioridad a la prueba práctica la documentación y trámites necesarios en cada uno de los supuestos que se plantearon a quienes atendían en los 010. Así se pudo cotejar si los datos aportados por los teleoperadores eran correctos, si faltaban detalles y si la información resultaba suficiente.

El trato dispensado por los teleoperadores del 010 estuvo guiado por la corrección y la amabilidad; pero en Madrid y Barcelona, pese a la profesionalidad del personal, se sufrieron continuas esperas por saturación del servicio y por la mala calidad de la comunicación (el ruido, muy perceptible, en las oficinas interrumpió en muchos casos la conversación con el teleoperador).