Silvino, antiguo alumno de la Casa Pía que trabajaba como chófer de la institución y organizaba encuentros sexuales con los niños, fue quien contó al Tribunal las principales revelaciones del caso. Ahora ha recibido la condena más dura por las acusaciones de más de 600 delitos de naturaleza sexual, incluida la colaboración para que otros los cometieran, con los niños huérfanos o retirados de la custodia de sus familiares acogidos en la institución. El expresentador de televisión Carlos Cruz, de 68 años, estaba imputado en seis delitos de abuso sexual y actos con adolescentes que le han valido siete años de prisión. La misma pena que el médico Ferreira Diniz, por haber abusado de 18 menores, mientras al ex diplomático Jorge Ritto, sobre el que pesaban once casos de abusos y dos de lenocinio, le han impuesto seis años y ocho meses. Manuel Abrantes, miembro de la administración de la Casa Pía, ha sido condenado con cinco años y nueve meses de cárcel, y el abogado Hugo Marçal tendrá que pasar seis años y dos meses en prisión.