Los cursos de recuperación de puntos para conductores que producen infracciones graves o muy graves al volante están consiguiendo cumplir sus objetivos, ya que el número de accidentes ha disminuido desde la implantación del carné por puntos.

Al menos, eso es lo que dicen las estadísticas, según asegura el presidente de la Asociación Regional de Autoescuelas y director de Autoescuela Don Benito, Rafael Muñoz, que explica que lo que se pretende es "reeducar, concienciar y llegar a la fibra sensible del alumno".

Para ello, Muñoz explica que en los cursos de recuperación total de puntos interviene un psicólogo y en el de recuperación parcial participan asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico impartiendo varias charlas, y asegura que "una imagen vale más que mil palabras" y que "esos testimonios hacen reflexionar a los infractores".

En Extremadura hay en la actualidad nueve centros impartiendo estos cursos, cinco en la provincia de Badajoz y cuatro en la de Cáceres. En las comarcas de Vegas Altas y La Serena la única autoescuela que los imparte es Autoescuela Don Benito.

Además Muñoz asegura que, sorprendentemente, "todavía hay personas que no saben que existen estos cursos para poder recuperar sus puntos y no perder el carné".

Por ello, recuerda que cada mes hay programados como mínimo un curso para recuperar puntos, y cada dos meses otro curso para la recuperación del permiso o sanciones judiciales. Este último es de 24 horas y si en algún caso la demanda sobrepasa el número de plazas, se pone en marcha otro, aunque "en la mayoría de los casos no se cubren todas".

También, explicó que las modificaciones que se pusieron ayer en marcha de la Ley de Tráfico, son beneficiosas en muchos casos para los usuarios, como por ejemplo que "si se estaciona en carriles reservados para otros vehículos, paso de peatones o entorpeciendo la circulación, ahora sólo tiene sanción económica, pero antes tenía pérdida de dos puntos"

Lo que sí destacó, es que la modificación en la medida de los radares es muy acertada, ya que "llevar instalados inhibidores de vigilancia o inhibidores de radar antes suponía la perdida de dos puntos, lo que era una contradicción, puesto que circular sobrepasando la velocidad eran seis". Ahora, la medida se endurece con seis en vez de dos y una sanción económica de 6000 euros. El taller instalador podrá llegar a pagar de 3.000 a 20.000 euros.

Para concluir recordó que no sólo se castiga, sino que también "se premia a los conductores", ya que a los que en los tres años siguientes a la entrada en vigor de la norma no han perdido puntos se les han regalado dos, y cuentan con 14.