Cuando Tony Blair, primer ministro británico, tiene el cuello agarrotado de decir sí a Bush, se tumba en un sillón de masajes de 4.000 euros fabricado por una empresa de Alicante. Fue el regalo de Navidad que le hizo su esposa, Cherie Blair, que descubrió el Keyton Concept (foto) en el Hotel Hilton de Roma.