TLtas estrellas de las ferias de Cáceres, Plasencia y Badajoz no serán El Juli ni Ponce, sino la leticorona luminosa y el top manta. Los cárteles del top manta vienen de Madrid dispuestos a arrasar y un ejército de vendedores peruanos, ecuatorianos y senegaleses toma las avenidas de los recintos feriales extremeños. En la reciente feria de Cáceres había hasta 45 puestos de top manta que ofrecían las mismas películas que en ese momento se proyectaban en los cines cacereños (Troya , Van Helsing , Intermission , Giro inesperado ) e incluso algunas que estaban a punto de estrenarse como El día de mañana . En discos compactos, se podía encontrar el flamante CD de la extremeña Bebé.

Además, el top manta regalaba espectáculo. De pronto, alguien daba una señal, los vendedores tiraban de una cuerda, recogían su mercancía en un hatillo, lo escondían en las tiendas de artesanía cercanas y en cinco segundos no quedaba ni rastro del delito. Porque lo del top manta es un delito y una amenaza para la producción cinematográfica y la edición de discos. Que detengan a un ecuatoriano con 20 películas no sirve para nada. Lo importante es descubrir a los capos de la copia y la distribución. Debe de ser tarea ardua cuando hasta este fin de semana no se ha confiscado en Madrid, por primera vez en Europa, una máquina que componía las carátulas de los DVD. Mientras tanto, los extremeños volveremos de la feria con una corona luminosa para soñar con Letizia y una copia delictiva de Troya para soñar con Brad Pitt.

*Periodista