Solo dos semanas antes de que el Harvey se convirtiera en la tormenta tropical que más precipitaciones ha dejado en la historia moderna de EEUU, anegando una ciudad de más de dos millones de personas como Houston, el presidente Donald Trump tomó una decisión que ha puesto de relieve la temeridad que comporta negar las evidencias científicas del calentamiento global.

El mandatario revocó por decreto una ley que pretendía aumentar la resistencia de las nuevas infraestructuras a los efectos del cambio climático, como la subida de las mareas o las inundaciones extremas. La normativa, heredada de su predecesor, obligaba a tener en cuenta las proyecciones científicas sobre los riesgos medioambientales al construir futuras obras públicas, pero Donald Trump la eliminó para acelerar la aprobación de nuevos proyectos.

Ni los huracanes ni las tormentas tropicales son producto del cambio climático porque han azotado el mundo desde tiempo inmemorial. Pero los científicos llevan años alertando de que sus efectos serán cada vez más devastadores. «El calentamiento de la atmósfera aumenta los índices de evaporación e incrementa el volumen de agua que acarrean las tormentas. El Harvey tomó su energía de un golfo de México más caliente de lo habitual, un calentamiento que aumentará con el paso de las décadas», ha escrito en Politico el meteorólogo Eric Holthaus.

LLAMADA DE ATENCIÓN / En ese mismo golfo de México, que baña las costas de Tejas y Luisiana, donde acaba de tocar tierra ahora el Harvey, el nivel del mar ha crecido además 15 centímetros en las últimas décadas (no solo por la alteración del clima, también por la remisión del litoral debido a la actividad humana), lo que habría agravado las inundaciones, según los científicos.

El Harvey ha coincidido con unas inundaciones todavía más devastadoras en la India, Nepal y Bangladés, donde han muerto 1.200 personas, y muchos esperan que sirva de llamada de atención para la legión de negacionistas climáticos en el Partido Republicano. No solo es Trump, que en junio firmó una orden para sacar a EEUU del acuerdo climático de París.

El gobernador de Tejas, Greg Abbot, lleva años negando el consenso científico y afirmando que el asunto debe seguirse investigando antes de sacar conclusiones. Cosas parecidas piensan el senador tejano Ted Cruz o el diputado Lamar Smith, todos ellos al frente de la respuesta política a la supertormenta Harvey.

La tormenta tropical Harvey se debilitó ayer sobre el suroeste de Luisiana mientras continúa dejando intensas lluvias en este estado y el extremo sureste de Texas, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC). Las autoridades esperan un «debilitamiento» del sistema en las próximas 48 horas mientras se desplaza tierra adentro.