En uno de sus pases en su segundo toro de la corrida de Aire Su L’Adour, Iván Fandiño se tropezó con el capote lo que le hizo irse al suelo. Allí fue embestido por el toro que le dio una fuerte cornada en el costado derecho a la altura del pecho, que acabó provocando su muerte poco después en el hospital de Mont-de-Marsan a donde había sido trasladado desde la plaza de toros de Aire Sur L’Adour, en el sureste de Francia. Los médicos no pudieron salvar la vida al diestro vasco, de 36 años, ya que la cornada había penetrado a la altura del pulmón. Su fallecimiento trascendió alrededor de las 21.30 horas de ayer.

En el festejo de ayer, antes de la fatídica cogida, Fandiño había cortado una oreja del toro que abrió plaza, al que había toreado de modo rotundo y sólido. Una faena notable rematada además de una gran estocada lo que le valió para conseguir el trofeo. Iván Fandiño era un torero de gran personalidad y estilo clásico, algo que le hizo convertirse en imprescindible en las ferias más importantes del mundo. El diestro toreó varias veces en Zaragoza, la última en las pasadas Fiestas del Pilar donde precisamente reaparecía tras una grave cornada y fue nuevamente atropellado por su enemigo.

Tras el conocimiento de la muerte del diestro vasco, las redes sociales se llenaron de comentarios de apoyo al torero y de mensajes de consternación.

Fandiño debutó como novillero en Salamanca el 2 de junio del 2002 y tomó la alternativa en Bilbao tres años después, el 12 de agosto del 2005 mientras que la confirmó el 12 de mayo del 2009 en Las Ventas de Madrid. La historia de Fandiño es curiosa ya que en su familia no había tradición taurina y él era un pelotari pero a los 14 años se aficionó a los toros y se fue formando en las capeas hasta acabar siendo matador de toros. Su ascensión no fue fulgurante sino que poco a poco fue consiguiendo triunfos en diferentes plazas españolas. Ya en el 2011, actuó en cuatro ocasiones en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid cortando otras tantas orejas lo que le otorgó numerosos premios como el de triunfador de San Isidro y de la termporada. Instalado en la élite siguió puliendo su estilo hasta convertirse en un diestro muy especial, con personalidad, que le permitió ser el principal reclamo en varias de las ferias más importantes del mundo. Fiel a sus principios, nunco quiso pertenecer a una de las casa grandes del toreo.

En este 2017, el vizcaíno había participado en tres corridas en Madrid, la última de ellas el 29 de mayo y después había estado en Plasencia y en Inca donde se le abrió la puerta grande por última vez en su carrera.