Nunca protagonizan las noticias de tráfico porque la muerte congrega más audiencias. Siguen vivos, pero un alto porcentaje de ellos sufrirá secuelas físicas y psicológicas de por vida. Son los heridos graves de los accidentes de tráfico. El año pasado fueron 21.379, según los datos definitivos de la siniestralidad en las carreteras correspondiente al 2006 a los que ha tenido acceso este diario. Lo peor es que, a diferencia de lo que ocurre con las cifras de fallecidos, el número de heridos graves apenas ha bajado en los dos últimos años.

El estancamiento es atribuido por fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT) a que las medidas tomadas hasta ahora han contribuido sobre todo a paliar las consecuencias de los accidentes, pero no tanto su número. "Hay que ir paso a paso. Todo llegará. Ahora estamos bajando las muertes", advirtieron.

Anna Ferrer, la directora del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, recuerda que en los tres últimos años se ha conseguido aumentar el uso del cinturón de seguridad, bajar la media de velocidad gracias a los radares y al carnet por puntos y se han seguido mejorando los sistemas de seguridad de los vehículos. Todas estas medidas explican que, aunque haya aumentado el número de accidentes con víctimas --se ha pasado de 91.000 en el 2005 a 99.000 en el 2006--, sus consecuencias fatales hayan sido menores.

COMPARACIONES La cuestión de los heridos graves debería, sin embargo, empezar a formar parte de la agenda de la política de seguridad vial. En los últimos tres años, 65.043 personas se han sumado a las siniestra estadística. Si se suman las cifras de los últimos 10 años, el resultado es aterrador: 271.996 heridos graves.

¿Cada año, más de 20.000 personas quedan disminuidas debido al tráfico? No exactamente. La DGT considera herido grave todo aquel herido cuyas lesiones le obligan a pasar más de 24 horas ingresado en un hospital. El ingreso puede ser debido tanto al periodo de observación de un simple golpe en la cabeza como a contusiones que le dejarán inválido de por vida.

UN 27% CON SECUELAS Los estudios que arrojan luz sobre la gravedad de las lesiones son escasos. El más exhaustivo, llevado a cabo el año 2001 por la Sociedad Española de Epidemiología, revelaba que el 27% de los heridos habían sufrido lesiones de carácter grave, de las que dejan secuelas serias. Aplicando este porcentaje al 2006, el número de *lesionados graves habría sido de 5.387. En el 1,9% de los casos (406 personas) las lesiones revestían extrema gravedad. Algunos de ellos acabarían falleciendo más tarde aunque nunca engrosarán las estadísticas de muertes porque éstas se interrumpen a los 30 días.

El mismo estudio arroja luz sobre el tipo de lesiones. El 69% de los afectados sufren fracturas, el 33% heridas de carácter interno, el 20% heridas abiertas y otro 20% contusiones. El 1,2% tienen afectada la región medular y el 14% la columna vertebral.

El balance definitivo del 2006 registra una bajada de las muertes en carretera del 7,7%. La suma total arroja 4.105 muertes.