Al finalizar la autoescuela, hay un gesto que a muy pocos conductores les gusta: enganchar la L que desvela que son noveles, lo que les obliga a circular como máximo a 80 kilómetros por hora durante el primer año de carnet. Dado que es un tope que data de 1974, cuando apenas había autopistas, que se cumple muy poco y que incluso puede causar más accidentes de los que evita, la Dirección General de Tráfico (DGT) pretende igualarse a la mayoría de países europeos y acabar con esta obsoleta norma. Previamente el tema será debatido hoy en la comisión de seguridad vial del Congreso.

El PSOE va a presentar una proposición no de ley que insta al Gobierno a derogar el tope y que, según el portavoz socialista Carlos Corcuera, salvo sorpresas de última hora será aprobada.

La exposición de motivos de la iniciativa explica que la limitación se estableció en 1974, entre otras razones debido a que la crisis del petróleo "imponía una reducción del consumo". "Esta medida, --continúa--, tuvo indudable sentido en los años en que solo existían carreteras convencionales o compartidas con límite máximo de 100 kilómetros por hora". Sin embargo, en la actualidad hay más de 12.000 kilómetros de autopistas y autovías, en las que circular a 80 kilómetros por hora "incide negativamente en la fluidez del tráfico, dificulta su gestión y puede llegar a suponer, en determinadas circunstancias, un peligro o riesgo para quien la practica", según la proposición socialista, que coincide con el diagnóstico de la DGT.

EL EJEMPLO DE OTROS PAISES El resto de países de la UE --excepto Francia, donde los noveles también están sujetos a límites de velocidad-- se controla la conducción de los conductores novatos mediante el seguimiento de las infracciones que cometen. En este sentido, en España en los dos primeros años tienen un tope de alcohol permitido inferior al normal (0,15 miligramos por litro de aire expirado frente a 0,5) y, además, disponen de ocho puntos en lugar de 12 en los tres primeros años del carnet.

Fuentes de Tráfico añaden un motivo más para eliminar el límite: es una norma que apenas se cumple. Por todo ello, Tráfico promoverá su eliminación en la próxima reforma del Código de Circulación. Dicha modificación no tiene que pasar por el Congreso, por lo que puede entrar en vigor esta legislatura.

Por otra parte, el Congreso estudiará una iniciativa del PSOE que promueve la instalación, en el interior de vehículos de cuatro ruedas, en el centro o en las puertas traseras, de retrovisores complementarios que permitan a los pasajeros comprobar la presencia de motos, bicis u otros coches antes de abrir la puerta. CiU pedirá a la industria del motor de que los nuevos modelos incorporen dicho retrovisor.