Los 18 fármacos antisida comercializados en la actualidad atacan al VIH por tres frentes distintos. Son eficaces si se toman combinándolos.

El efecto de las terapias debe ser controlado cada tres o cuatro meses por medio de análisis de sangre que calculan los niveles de VIH que circulan por la sangre y la cifra de células inmunológicas de que dispone el afectado. Ambos parámetros no son fáciles de determinar en un país sin recursos.